Bélgica exige esterilización para todos los gatos

Al igual que muchos países del mundo, la sobrepoblación de gatos es un gran problema tanto en los refugios como en las comunidades salvajes. Las estimaciones en Bélgica sugieren que se abandonan 300.000 gatos por año y, como en muchos otros países, no hay recursos suficientes para cuidarlos. En Bélgica, casi la mitad de los gatos que terminan en refugios finalmente son sacrificados, por lo que los legisladores esperan que la nueva legislación resuelva ese triste problema ya que Bélgica ordena la esterilización.
Las nuevas leyes ahora requieren que los gatos, ya sean callejeros o mascotas de la familia, sean esterilizados o castrados antes de los seis meses de edad. Los gatos mayores que aún no han sido cambiados deben cambiarse, y los gatos nuevos que ingresan al país deben cambiarse si sus dueños planean permanecer en el país por más de 30 días. Además, el país continuará con los esfuerzos para atrapar y liberar (TNR) aves de corral y gatos maleza en los países.
La región valona ya ordenó la introducción de refugios para animales para esterilizar gatos y lo ha hecho desde 2013. Bruselas y el norte de Flandes hicieron lo mismo cuando vieron el éxito de la esterilización y el declive de los gatos callejeros y abandonados. Debido a este declive, los legisladores han elaborado la política para todo el país, con un proceso que se llevará a cabo gradualmente y se implementará por completo para 2020.
Los gatos deben estar registrados en una base de datos llamada CatID para que se pueda encontrar información rápida sobre si el gato ha sido esterilizado o no. Actualmente, menos del uno por ciento (.7%) de los gatos del país están registrados. Los legisladores están dando tiempo a los ciudadanos para registrarse bajo las nuevas leyes, pero no esterilizar o castrar a sus gatos podría resultar en una multa de 50 euros. Las multas serán acumulativas y podrán suponer un importe total de hasta 10.000 euros.
Los veterinarios de todo el país dicen que ya están viendo a más y más personas que llevan a sus gatos para el procedimiento, y tienen la esperanza de que ayudará a aliviar la presión sobre los refugios sobrecargados.
Sin embargo, muchos creen que los legisladores del país no tienen derecho a decirles a los ciudadanos cómo cuidar a sus mascotas, especialmente a los dueños de gatos con pedigríes exóticos o caros que pueden querer criar de manera responsable. Creen que la política general solo dañará a la población de gatos a largo plazo.
Los legisladores belgas planean analizar el impacto de la nueva ley en cinco años y decidir qué cambios o interrupciones, si es que se deben realizar.