Estudio: los collares electrónicos para perros pueden hacer más daño que bien

Investigadores del Reino Unido han hecho algunos hallazgos alarmantes sobre el efecto que puede tener un collar electrónico en el comportamiento de su perro.
A veces, entrenar a tu perro puede ser un camino difícil, y todos sabemos que algunos perros son más tercos que otros. Hay tantos métodos de entrenamiento diferentes, ¿cuál debería elegir?
Bueno, un nuevo estudio del Reino Unido podría alejarlo de un método en particular: las «campanas de choque» electrónicas. Investigadores de la Universidad de Lincoln decidieron probar la eficacia de los collares, ya que hasta ahora no se habían estudiado mucho.
Recolectaron un grupo de 63 perros domésticos, todos remitidos por falta de memoria y problemas relacionados, incluida la «ansiedad» del ganado (esto es cuando los perros persiguen o muerden al ganado, como las ovejas, a menudo causándoles lesiones y, a veces, matándolos en el proceso). divididos en tres grupos: uno que usaba los collares electrónicos y dos grupos de control que recibieron un tipo diferente de entrenamiento.
Los capacitadores en el grupo del collar electrónico se aseguraron de usar la configuración de choque más baja; no querían lastimar a los perros que estaban siendo estudiados, pero querían ver si las facturas electrónicas tenían algún efecto en su comportamiento.
¿Sus resultados? Los perros del grupo del collar electrónico mostraron constantemente cambios de comportamiento negativos: más signos de tensión, más rabietas y menos tiempo interactuando con su entorno que los perros de los dos grupos de control.
Se encuestó a los dueños de perros después del entrenamiento, y aunque todos dijeron que notaron una mejora en el comportamiento de sus mascotas, los dueños de los perros con collar electrónico no se sentían cómodos usando el método de entrenamiento con collar eléctrico en su vida cotidiana.
Los autores del estudio concluyeron que el entrenamiento con collar electrónico no tiene ninguna ventaja sobre, por ejemplo, el entrenamiento de refuerzo positivo, que puede ser igual de efectivo. Además, el riesgo potencial de un collar de choque para el bienestar del perro lo convierte en una peor opción. Incluso en la configuración más baja, los investigadores observaron cambios de comportamiento negativos en los perros con collar electrónico.
La desafortunada realidad es que muchas personas que usan facturadores electrónicos no siguen las pautas de capacitación establecidas por los fabricantes; ellos (quizás ni siquiera intencionalmente) descargan a sus perros en una configuración más alta de lo recomendado, exponiendo a sus perros a un riesgo aún mayor.
La moraleja de la historia parece ser esta: hay muchas opciones para entrenar a tu perro, y la mayoría de ellas funcionan igual de bien. ¿Por qué no usar uno que los recompense cuando hacen lo correcto, en lugar de castigarlos cuando no lo hacen?
Los collares electrónicos pueden ser un tema muy debatido. ¿Alguna vez has usado uno para tu perro? Serias ¿Por qué o por qué no?
[Source: University of Lincoln]