Gatos

¿Qué es el FIV en los gatos?

Un virus que ataca el sistema inmunológico marino, el FIV en gatos es una enfermedad que puede transmitirse fácilmente a su gato. Esto es lo que necesita saber para proteger a su gato.

FIV significa virus de la inmunodeficiencia felina. Se clasifica como un lentivirus y también se encuentra dentro de la misma familia de retrovirus que FeLV, o virus de la leucemia felina.

Según el Colegio de Medicina Veterinaria de la Universidad de Cornell, el FIV se encuentra en felinos de todo el mundo. Debido a que es un virus tan grave que puede acortar la vida de un gato, es importante conocer sus síntomas, así como también cómo prevenir su transmisión.

direccionamiento cruzado

El FIV se propaga en los gatos principalmente a través de las heridas por mordedura, ya que esta es la forma más efectiva para que el virus infecte a un gato. Y debido a que se propaga de esta manera, los gatos que deambulan libremente o de interior/exterior son susceptibles (solo una gran razón para mantener a todos sus gatos estrictamente en el interior).

Los machos agresivos a menudo se infectan porque es más probable que se peleen con otros gatos. Por otro lado, el contacto casual no agresivo (aseo, compartir cajas de arena y cuencos, estornudos, etc.) no parece ser un modo efectivo de transmisión. Incluso el contacto sexual es una de las principales formas de propagación del FIV.

Los gatitos pueden infectarse con FIV de su madre infectada, aunque esto es raro. Si se produce una infección, por lo general ocurrirá durante el parto cuando los gatitos se mueven a través del canal de parto y cuando los recién nacidos toman leche infectada.

Señales

Un gato infectado con FIV puede no mostrar ningún síntoma durante años. Por eso es tan importante probar a un gato antes de traerlo a su casa y presentarlo a su familia adecuada.

Con el tiempo, el FIV causará una inmunodeficiencia en los gatos infectados. Esto dificultará su capacidad para protegerse de otras infecciones, como virus, bacterias, hongos y protozoos que se encuentran en el medio ambiente y que normalmente no afectarían a un gato sano.

Un gato infectado puede experimentar enfermedades recurrentes entre períodos de salud, o su salud general puede disminuir gradualmente.

Algunos de los muchos síntomas de la infección por FIV incluyen:

  • Fiebre
  • Ganglios linfáticos agrandados
  • Pérdida de peso
  • Anemia
  • Mal estado del pelaje
  • Apetito débil
  • estornudos
  • Secreción de la nariz o los ojos
  • Esfuerzo para orinar, micción frecuente u orinar fuera de la caja de arena
  • Cambios en el comportamiento
  • Diarrea
  • Inflamación de los ojos, las encías o la boca.
  • Pérdida de cabello o enrojecimiento de la piel.
  • Heridas que no cicatrizan
  • enfermedad dental
  • Los gatos con FIV positivo pueden sufrir diversas enfermedades de la sangre, cánceres y trastornos neurológicos

Tratamientos para FIV en gatos

Si tu gato ha sido diagnosticado con FIV, las opciones de tratamiento que se ofrecen estarán encaminadas a prolongar su periodo de salud o disminuir los síntomas.

Es posible que su gato deba tomar medicamentos para infecciones secundarias, y su veterinario puede recomendarle una dieta de alta calidad que promueva una mejor salud a través de una nutrición adecuada. Otros tratamientos pueden incluir medicamentos antiinflamatorios, medicamentos que mejoran el sistema inmunológico, control de parásitos y terapia de reemplazo de líquidos y electrolitos.

Controle de cerca la salud de su gato para detectar cualquier cambio, incluso los aparentemente menores, y haga que su veterinario lo examine al menos dos veces al año.

Cómo prevenir infecciones

Para proteger a su gato del FIV, manténgalo siempre adentro. Solo adopte gatos que hayan dado negativo en la prueba de FIV.

Hay vacunas disponibles para proteger a los gatos del FIV, pero recuerda que no todos los gatos que reciben una vacuna estarán protegidos contra el virus. Debido a que las vacunas no siempre son 100 por ciento efectivas, aún debe evitar la exposición al virus incluso si su gato ha sido vacunado. Además, antes de vacunar a su gato, discuta los pros y los contras con su veterinario, ya que la vacunación afectará los resultados de las pruebas futuras de FIV. Su veterinario sabrá si su gato debe o no recibir la vacuna.

Georgina

Ávida lectora. Ocasionalmente redacto textos informativos y llevo algunos blogs donde escribo artículos que pueden ser de utilidad para muchas personas. También tengo un gato que me acompaña e inspira ¡Su nombre es Billy!

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